Síntomas de la Enfermedad de Lyme

El primer síntoma más conocido es el conocido “eritema migrans”. Una mancha roja en forma de diana o sarpullido que aparece a raíz de la picadura de garrapata. Sin embargo, este primer síntoma fácilmente reconocible no siempre se presenta y, en muchos casos, hasta semanas e incluso años después del momento del contagio, no se evidencian síntomas asociables a la enfermedad. La Sociedad Internacional sobre el Lyme y enfermedades asociadas afirma que sólo el 50% de los pacientes diagnosticados recuerdan haber sufrido una picadura de garrapata. Este es uno de los motivos por los que el Lyme crónico es difícil de detectar: se asocia a unos síntomas inespecíficos que aparecen incluso años después de contraída la enfermedad. Esto hace que no siempre se relacionen los síntomas con la picadura de garrapata.

Los síntomas de la enfermedad de Lyme son muy variados. Hay dos grandes grupos de síntomas: síntomas del aparato locomotor y síntomas neurológicos. Estos variarán enormemente en función del momento en que se halle la evolución de la enfermedad en el paciente. Por este motivo, en la Enfermedad de Lyme es muy importante la detección precoz.

Podemos distinguir distintos estados según la evolución de la enfermedad:

 

LYME PRECOZ

Es el estado de la enfermedad en los primeros días o semanas después de haber sido contagiados. Si se detecta la enfermedad en esta fase, lo habitual es que un tratamiento antibiótico sea suficiente. Además, si el paciente es consciente de haber sido picado por una garrapata, resulta muy sencillo asociar los síntomas con la picadura.
Los síntomas más característicos en esta etapa temprana son fiebre, escalofríos, malestar general, dolor de cabeza, dolor articular y rigidez muscular. Es un cuadro muy similar al de la gripe común.

 

LYME DE DISEMINACIÓN TEMPRANA

En ocasiones, esos primeros síntomas descritos en el Lyme precoz no se manifiestan. Sin embargo, la infección por Borrelia puede avanzar en el organismo. Pasadas semanas e incluso meses, los síntomas comienza a aparecer y, en este caso, las consecuencias pueden ser más graves.
Podemos sospechar que tenemos Lyme si se da una sensación de aturdimiento, debilidad generalizada o parálisis de los músculos faciales, dolor en el pecho, alteración del ritmo cardíaco, entumecimiento y dolor, dificultad para respirar…

 

LYME CRÓNICO

El Lyme crónico o Síndrome de Multiinfección Multisistémica dada la variedad de infecciones que afectan a distintos sistemas de nuestro organismo. Cuando, debido a la evolución de la enfermedad y a la diagnosis en un momento ya tardío, se detecta un Lyme crónico, probablemente la enfermedad ya ha afectado a diferentes órganos y s sintomatología diversa:
– Síntomas del aparato locomotor: inflamación y/o dolor articular, dolores musculares o cansancio extremo que impide a los pacientes andar.
– Síntomas neurológicos:  alteraciones de la sensibilidad, dificultad de coordinación, sensaciones extrañas, estado mental confuso, pérdida de memoria a corto plazo, problemas psiquiátricos, falta de concentración… inflamación del cerebro y de la médula, neuralgia, dolor punzante en las manos y los pies…